Prometo no hablar de ello

04 julio 2006

El racismo subconsciente

Leo en el blog de un informático catalán, una historia en inglés sobre una experiencia relacionada con un comentario racista, la cual me permito reproducir aquí, pero traducida al castellano con lo que yo he imaginado que dijo realmente:
Una mujer que va a entrar en el metro ve a dos marroquís que pasan sin pagar, y entonces les grita: ¡Eh! ¡Aquí en España hay que pagar para entrar! Los dos hombres no hacen caso del comentario y se van como si tal cosa. Entonces, nuestro amigo informático le dice a la mujer:

-Eso ha sido un comentario un pelín racista, ¿no?
-¿Racista yo? ¡No! Lo que me fastidia es que entren sin pagar.
-Ya, por eso les has dicho "en España", ¿no?
-Ni siquiera les he visto la cara.
-Vamos, mujer, ¿si hubiera sido yo también hubieras dicho "en España"?
-Bueno, yo sólo quería informarles por si no lo sabían.
-¿¿Y usted cree realmente que van a ser tan estúpidos como para no saber que tienen que pagar??

Y la conversación debió de seguir con un montón de cosas raras que empezó a decir ella. Quizá la mujer no quiso ser racista, pero su subconsciente lo era, quizá sólo un poco, pero bueno.
Es un tema muy delicado. Yo creo que a veces también pienso de forma racista, y me viene a la memoria algo que me ocurrió hace poco, hablando con un amigo que lo detectó en mí cuando le conté un encuentro que tuve con un tipo extranjero, y le dije a este amigo, textualmente: "Me dijo que era armero. Encima era sudamericano". Dije las palabras "Encima era sudamericano" en tono despectivo, cuando lo que debería haber considerado es que era sudamericano y lo que me asqueaba era su profesión relacionada con armamento, pero mi cabeza mezcló ambas cosas de una forma nada correcta.

Mi amigo me corrigió diciéndome: "No se dice encima era sudamericano. Se dice: era sudamericano, y punto". Yo balbuceé una excusa y después intenté explicarme a mí mismo por qué lo había dicho. No hubiera habido problema si yo hubiera dicho: "Me dijo que era armero, con un acento y ese término que no entendí bien porque era sudamericano, pero parecía no avergonzarle esa profesión y a mí eso me sonaba a un trabajo que me repugna".

Según veo, es muy fácil ver al extranjero como alguien distinto a ti, y eso provoca una sensación incómoda si habitualmente no te relacionas con gente de esa otra raza. Analizando esta actitud, creo que a menudo se transforma en un sentimiento de superioridad por miedo a sentirse excluído, a sentirse menospreciado en medio de otras personas distintas a ti, como cuando un niño siente celos de su hermana pequeña. Aquí en mi ciudad provinciana esa sensación es mucho más acusada que en las ciudades grandes, más acostumbradas a tratar con gente de otras razas. El paternalismo, por otro lado, es en mi opinión igual de problemático que el racismo (y considero que tiene su mismo origen) en las relaciones con personas de otras razas, suponiendo por ello una barrera importante para alcanzar una comunicación en un plano de igualdad. Decididamente, debería viajar más a Madrid o echarme amigos de fuera.

2 Comentarios:

En martes, 04 julio, 2006, Blogger Albert Astals Cid dijo...

Es la primera vez que me citan en otro blog ( o como mínimo ) que yo sepa :-)

La verdad es que has captado la problemática de la situación perfectamente (no como otra gente de mi blog que me ha llegado a decir que los "defendí" porque seguramente yo tampoco pago (cosa que es falsa, mis euros que me dejo en el metro casa semana)) y el ejemplo que das de tu vida es muy similar.

 
En martes, 04 julio, 2006, Blogger Jas Ampler dijo...

Gracias por contestar, Albert, me ha alegrado mucho recibir un comentario tuyo. La situación es ciertamente original, yo volviendo a traducir un diálogo en inglés a la lengua en la que seguramente se produjo... Pensé que al menos te resultaría curioso. Por otra parte, ¡es el primer comentario que alguien me deja en el blog! Enhorabuena. ;)

 

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